En su afán de querer sanar el dolor por la temprana partida de mi sobrino a sus 23 años, mi hermana me ha trasmitido todo lo que ha aprendido sobre el mundo espiritual y la mediunidad. Ella ha leído varios libros, ha asistido a talleres presenciales y virtuales con médiums y está haciendo un curso online para aprender a canalizar. Son muy pocas las personas de mi familia a las que he querido contarle sobre mi capacidad de contactar con seres trascendidos. Sin embargo, me eh dado cuenta que con las personas que comparto mis experiencias de canalización, tienen un pensamiento abierto y libre frente al tema y son muy receptivos con la información que les cuento.
Hace algunos días, mi esposo me comentó que, en un sueño, mi hermano le entregó un mensaje y también le mostraba varias imágenes, tal como yo lo puedo percibir en una canalización. Luego hablé con mi mamá y me contó que había escuchado la voz de mi hermano y le había dado un mensaje. Cuando llamé a contarle a mi hermana lo sucedido, ella también me dijo que había podido hacer contacto con mi padre y hermano trascendidos. No existen las casualidades en la vida, simplemente nuestros seres trascendidos quieren y necesitan comunicarse con nosotros para que podamos sentir que su amor y su energía nos siguen acompañando. Claro que es inevitable que en ocasiones los recordemos con lágrimas en los ojos, ya no hay abrazos, ni llamadas, ni momentos para disfrutar, pero lo que si tenemos es su energía y su amor. Me alegra mucho saber que mis familiares también se han dado la oportunidad de canalizar y sentir al igual que yo, que la muerte es un fino velo que no puede acabar con el amor que sentimos por nuestros seres queridos.
Nunca sabremos cual puede ser el último cumpleaños celebrado, el último paseo, el último beso, la última llamada. La vida es un instante, una ilusión, un ratico. Cuánto tiempo podemos perder discutiendo, odiando, criticando y simplemente no somos conscientes de que hoy podemos morir y entonces, vamos a querer solo cinco minutos más para decir lo que sentimos por nuestros seres queridos. Hoy es el momento, no hay que esperar nada, no hay que guardarse nada para después. La vida es una sola y hay que vivirla ya.
Nota publicada por S.J. Muñoz.