Acorde con Víctor Pombinho, cronista del periódico argentino LA NACION, desde el 2017 se ve una nueva ola migratoria en la Argentina y, la población que ingresa es mayoritariamente de América Latina. Se registro que solo en el 2017 se radicaron aproximadamente 60.000 paraguayos, 40.000 bolivianos, 30.000 venezolanos, 20.000 peruanos y 10.000 colombianos. Asimismo, Horacio García, titular de la Dirección Nacional de Migración, sostiene que esas cifras no son del todo ciertas puesto que no toda la migración entra al país con los tramites correspondientes.
Varios migrantes de los países mencionados contaron su testimonio a LA NACION contando por que eligieron a la Argentina como destino y lo que han logrado en ella. Por ejemplo, Ulises Pinto, un paraguayo que llego a la Argentina hace mas de 20 años. Sale todos los días desde las 6:30 de la mañana para trabajar como albañil y también hace arreglos eléctricos particularmente. Ulises menciona que “el trabajo es duro, pero asi logra mandar a sus hijos a una escuela privada.”
Del mismo modo, Victoria Maneiro, una abogada venezolana que llego en el 2015 a la Argentina, cuenta que gracias a sus conocimientos en inglés y portugués consiguió trabajar para una multinacional que colabora con abogados en Estados Unidos e Inglaterra. Los venezolanos hacen parte de una inmigración especial que viene creciendo con fuerza debido al derrumbe de la economía y sociedad de su país. Una particularidad, es que casi todos llegan con estudios universitarios, principalmente ingenieros que carecen en Argentina.
Por otro lado, los colombianos pertenecen a una migración relativamente reciente que con su calidez y amabilidad llenaron los puestos de servicio al cliente en bares, restaurantes, locales comerciales, etc. Finalmente, los peruanos encontraron su camino en la Argentina a través de su gastronomía, que les brindo un boom a nivel mundial dándoles un reconocimiento que no tenían anteriormente.
Pombinho concluye asegurando que la Argentina viene recibiendo migrantes desde el principio del siglo XX y menciona que las similitudes entre los migrantes antiguos y los actuales son las ganas de trabajar, estudiar y hacer crecer su familia. El mismo García también afirma que “no hay diferencia entre el Latinoamericano de hoy y mi abuelo gallego, que vino a los 9 años analfabeto y se puso a trabajar de ayudante de cocina y termino de chef en el Alvear Palace Hotel”.
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