Cuando hay un puente festivo en el calendario, aprovecho el tiempo para descansar y compartir en familia. Nunca imagine que un fin de semana como estos, iba a cambiar muchas cosas en mi vida. Recuerdo que con mis amigas del colegio habíamos planeado hacernos un tatuaje como símbolo de nuestra amistad. Llegado el sábado, salimos hacia un municipio vecino, con dos de ellas. Cuando llamamos a las otras dos amigas para saber por qué razón no podían viajar con nosotras para lo del tatuaje, una de ellas nos comentó que en su finca iban a realizar un ritual pidiendo por la salud de un buen amigo de su hijo mayor y que cuando se terminara, talvez, viajaba para encontrarnos en la tarde. Mi otra amiga no nos pudo acompañar por razones laborales. En el viaje, no hicimos más sino hablar de los mensajes que yo había entregado hasta ahora y de qué manera los íbamos a contar al mundo.
La noche del domingo, cuando llegamos a casa, abrí mi Facebook y observé una noticia de un joven que había muerto de tan solo 19 años. Le mostré a mi hijo mayor la imagen y me dijo que nosotros habíamos estado días antes con él, en una celebración en la finca de mi amiga. Ese joven trascendido, era el chico por quien habían ofrecido oraciones por su salud el sábado. Intenté canalizarlo en ese momento, pero no lo logré. Cuando seguí leyendo la noticia, observé los comentarios y en ellos, una prima de él joven, aseguró en el portal de noticias, que él aún no había muerto. Entonces, decidí descansar.
Como era festivo, a la mañana siguiente, inicié el día haciendo ejercicio. De repente, canalice la energía de este joven por más de media hora. Ese mensaje fue verdaderamente hermoso. Sentir un mensaje de esa manera, me dio a entender que el chico había muerto. Él me mostro su proceso en la enfermedad, su tristeza, pero al mismo tiempo su alegría y fue muy enfático cuando me dijo: tienes que buscar a mi mamá y decirle hoy este mensaje. Yo le manifesté a él que era difícil porque apenas había trascendido y él estaba en UCI en otra ciudad, que queda a tres horas de viaje. Normalmente estos procesos toman su tiempo y yo pensé que sería cuestión de algunos días. Entonces decidí esperar.
Cuando termine de canalizar, observe mis redes sociales y ya la noticia estaba en todas partes. Lamentablemente, confirmé que este hermoso joven había partido. Lo primero que hice fue llamar a mi amiga para contarle que yo tenía un mensaje para entregarle a la mamá, al hermano y a algunos de sus amigos, incluyendo a su hijo. Quedamos en que ella me informaría sobre el traslado del cuerpo y el lugar al que llegaría. Sobre las 10 de la noche salimos con mi hijo mayor hacia la funeraria. Cuando llegamos, mi amiga y su hijo ya habían regresado a su finca, pero sus padres, aún estaban allí. Yo los salude con mucha alegría porque son personas que conozco de toda la vida y a quienes aprecio mucho. Le dije a la mamá de mi amiga que yo llevaba un mensaje para la madre de este joven y ella me indicó quien era. Como la señora no tenía idea de mí, le pedí el favor de que me la presentara y le comentara quien era yo, para luego hablarle del mensaje. Me daba miedo pensar que me tildaran de loca o algo así.
Ya acompañada, decidí ir a hablar con la mamá del joven. Sentía muchos nervios por la manera tan rápida cómo habían pasado los acontecimientos con respecto a este ser trascendido, pero ella, recibió tranquilamente mi mensaje. A pesar de su dolor, la madre de este chico pudo entender la mayoría de cosas que yo le decía sobre su hijo y lo que él me mostraba en el mensaje. Por otra parte, la mamá de mi compañera, se sorprendió mucho con la forma en que transmitía el mensaje y por las pruebas que hablaban que efectivamente era su espíritu. En ese momento yo le recordé que tenía un mensaje de su mamá, pero simplemente ella no había querido recibirlo porque no se sentía preparada. Aunque me hicieron varias preguntas, las pruebas del mensaje, hicieron que ambas mamitas creyeran en el don de canalización que desarrolle después de sufrir la partida de mis cuatro seres amados. Fue un momento muy impactante para mí, porque yo nunca imaginé que podría transmitir un mensaje de esta manera. Podía sentir la presencia de este joven conmigo y me hablaba muchas cosas, de muchas personas.
Noticia publicada por S.J. Muñoz.